jueves, 1 de febrero de 2007

Benjamín y Robotv: El fracaso como tentación.

Decido abrir este blog con más dudas que convicciones, lleno de preguntas miedosas en lugar de tener cálculos optimistas. ¿Valdrá la pena abrirlo? ¿Valdrá la pena escribir algo, con la estúpida esperanza de que alguien, desde alguna otra pantalla, se anime a leerlo? ¿Y cuánta gente lo visitará? ¿Y cuánta de esa gente que lo haya visitado una vez volverá a hacerlo, improbablemente atraída por algo que aquí pudiera haber visto o leído? ¿Y si termina siendo uno más de esos cientos de blogs insulsos que vagabundean en el oscurísimo cielo de la red, abandonados a su suerte, colgados detrás de una dirección electrónica que ya nadie teclea, castigados ad infinitum por haber sido incapaces de crear una comunidad de lectores o, peor, incapaces de haber podido inspirar un comentario, ni siquiera un comentario negativo, un insulto, una buena mentada de madre?

Aunque ahora que lo pienso bien: ¿será ese, el número de comentarios recibidos, el indicador que mida con autenticidad el éxito o el fracaso de un blog? No tengo una respuesta formada, pero me parece que no (aunque mientras escribo ese ‘no’ siento que estoy poniéndole el parche a mi probable revés en este debut electrónico).

Tantas pánfilas dudas solo han podido ser reducidas con el ganoso aporte de un segundo actor: robotv, cómplice, degustador profesional de milanesas y encargado de la armazón y del decorado gráfico de este blog. A riesgo de sonar como uno de esos tarados y previsibles ganadores del Óscar que siempre agradecen de la misma manera, debo decir que esta obra no hubiera sido posible sin su invalorable aporte.

Concluidos los prolegómenos de rigor, ahí vamos. Hora de despegar. Y no es necesario que se ajusten el cinturón, nos basta con que tengan correa.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Auto-declarada catadora profesional de milanesas, ya estoy agregando este blog a mis favoritos.

;-)

Anónimo dijo...

A mi también me ha entrado hambre, así de golpe.
Espero que hagáis muchas sabrosas milanesas ;)

Lo agrego también

Mar dijo...

Me he topado con ustedes esta mañana. Les felicito y les emplazo hasta una próxima vez.

p.d: Cuando quieran les invito un cebichito. BEsos y me voy ahora a enlazarlos.

maría malló dijo...

Eso del fracaso como tentación, como parte del inventario, señorito, tiene copyright oiga.

Mentira, a usté sí lo dejo que me robe, que para eso estamos los caletas. Pero hay cada gente oye... así que ten cuidado con tus palabritas que de ahí en un par de meses te las encuentras en otro blog medio cambiadas, y haces plop.

(de última son estos bloggers, de última, y viene de donde menos lo esperas oish)


Yo también quiero milanesaaaaaaaaaa.

Anónimo dijo...

Así que este fue el incio de todo. Buen disparo...
Blogeramente,
Fabricio E.